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Juventudes, empleo digno y paz: nuestra voz en el GOYN Global Convening 2025

Por: Andrés Rodríguez Cárdenas

En octubre de 2025, la red Global Opportunity Youth Network (GOYN) reunió a cientos de jóvenes líderes de todo el mundo en su Global Convening 2025, realizado en São Paulo y Río de Janeiro, Brasil, bajo el lema “Conexões que transformam as juventudes: o poder de uma comunidade global”. Durante varios días, jóvenes, organizaciones, gobiernos y empresas compartieron experiencias y soluciones para promover la inclusión productiva y el empleo digno como herramientas de transformación social y climática.

Entre las voces que representaron a Colombia estuvo Andrés Rodríguez Cárdenas, quien participó en un panel sobre green jobs (empleos verdes), donde destacó la urgencia de garantizar que las juventudes puedan acceder a trabajos dignos, sostenibles y con propósito. En su intervención, Andrés reflexionó sobre la importancia de conectar la acción climática con la justicia social, y de reconocer que el empleo digno no solo es una meta económica, sino también una puerta hacia la paz y la reconstrucción del tejido social.

Durante el encuentro, Andrés también habló sobre la relevancia de las Conferencias de las Partes (COPs) como espacios donde los jóvenes deben tener voz y presencia activa. Señaló que estos espacios internacionales no pueden seguir siendo escenarios de promesas vacías, sino que deben convertirse en verdaderas plataformas para transformar los compromisos climáticos en políticas concretas y en oportunidades reales para los jóvenes de los territorios rurales, quienes son los más afectados por los efectos del cambio climático.

Además, presentó con gran emoción la iniciativa “Luces de Paz”, un proyecto que fabrica lámparas solares y de bajo consumo para ser enviadas a comunidades que viven en territorios sin acceso a la electricidad. Este esfuerzo, nacido desde el espíritu solidario y ambiental de la juventud colombiana, busca iluminar hogares, caminos y escuelas, pero sobre todo llevar esperanza a zonas históricamente olvidadas. En palabras de Andrés, “cada lámpara que llega a una familia no es solo una fuente de luz, sino una forma de decirles: no están solos, seguimos creyendo en la vida, en la paz y en la dignidad de cada persona”.

El evento también sirvió como plataforma para visibilizar problemáticas urgentes que afectan a América Latina, como el asesinato de líderes ambientales y sociales. Andrés hizo un llamado profundo a la comunidad internacional para reconocer y proteger a quienes arriesgan su vida defendiendo los ríos, los bosques y los territorios. “Hablar de empleos verdes no tiene sentido si seguimos perdiendo a quienes defienden la tierra dijo. Cuidar a los líderes ambientales es cuidar el alma de nuestros pueblos”.

En medio de los paneles y talleres, el GOYN Global Convening mostró el poder de la colaboración global. Jóvenes de África, Asia, Europa y América Latina compartieron estrategias sobre innovación social, emprendimiento verde, justicia energética y formación técnica. Se presentaron estudios realizados por GOYN sobre los ecosistemas de empleo juvenil en São Paulo y Río de Janeiro, donde se evidencian las brechas estructurales en acceso al trabajo formal y las oportunidades que nacen de las alianzas entre sector público, privado y comunitario. Estos aprendizajes marcaron una ruta clara: ningún cambio duradero es posible sin poner a la juventud en el centro de la transformación.

La experiencia en Brasil dejó una profunda huella. No solo por el intercambio de saberes y la calidez de las comunidades, sino porque demostró que cuando los jóvenes se encuentran y trabajan juntos, las fronteras se vuelven irrelevantes. Lo que comenzó como un encuentro de diálogo terminó siendo un espacio de unidad y compromiso global.

Andrés regresó a Colombia con la convicción renovada de que los proyectos como “Luces de Paz” y otras iniciativas de Agencia Social deben seguir creciendo y conectándose con redes internacionales. Cada lámpara entregada, cada empleo verde creado y cada conversación sostenida en São Paulo y Río de Janeiro representa una semilla de esperanza.

El mensaje que se llevó de Brasil fue claro: el trabajo digno es también una forma de construir paz; la energía es un derecho; y la juventud, con sus manos y su voz, tiene el poder de transformar el mundo. En un tiempo donde la crisis climática, la pobreza y la desigualdad parecen abrumadoras, el GOYN Global Convening recordó que la esperanza no se hereda, se construye. Y se construye cuando decidimos iluminar los caminos de quienes más lo necesitan, sembrar empleo en los territorios más golpeados y defender la vida como el valor más sagrado que tenemos.

Así, desde Colombia, seguimos sumando luces, ideas y acciones. Porque como dijo uno de los jóvenes durante el evento: “Cada vez que una lámpara se enciende en medio de la oscuridad, también se enciende un pedazo de futuro”.

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