LOADING...

Advercopys

Boston Medical comparte 5 estrategias para liberar a los hombres de la presión digital y la ansiedad masculina

En el día mundial de la salud la psicóloga Elizabeth Melo, de Boston Medical, comparte claves para que hombres, familiares y amigos encuentren espacios de apoyo para esta población

La llamada “machosfera” y los tabúes refuerzan el silencio emocional y aumentan la ansiedad de desempeño en los hombres

El aislamiento, la depresión, los cambios en los hábitos de sueño o apetito, la baja autoestima y las dificultades de comunicación son señales claras de que es momento de pedir ayuda.

Cada 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, una fecha para aumentar la conciencia global sobre los problemas psicológicos y movilizar esfuerzos que fortalezcan el bienestar de todas las personas. En este contexto, Elizabeth Melo, psicóloga de Boston Medical, advierte que la salud sexual de los hombres sigue viéndose afectada por la presión de la masculinidad tradicional y comparte cinco claves para gestionarla mejor.

De acuerdo con la especialista, el auge de la llamada machosfera y de los grupos online ha tenido un efecto negativo en la salud sexual masculina, ya que promueven modelos rígidos de masculinidad que reprimen la expresión emocional y generan ansiedad sobre el desempeño sexual.

A esto se suma, dice Melo, la percepción de que muchos hombres sienten vergüenza o no saben comunicar cómo se sienten. “La información en estos espacios promueve una visión de dominancia, y en temas emocionales se traduce como una carga que complica aún más la situación y termina impactando tanto la salud mental como la sexual”, explica.

Además, la experta de Boston Medical resalta que no puede haber salud sexual sin salud mental. “El cerebro es el principal órgano sexual, y el estrés, la ansiedad y la presión social afectan directamente la función sexual masculina”, asegura. De ahí la importancia de reconocer que los problemas emocionales y psicológicos no se quedan en la mente: también tienen consecuencias en todo el cuerpo y en las relaciones con los demás.

Frente a este panorama, Melo insiste en derribar una de las creencias más dañinas: que pedir ayuda es signo de debilidad. “Buscar ayuda no significa perder la virilidad, por el contrario, demuestra valentía y resiliencia”, señala, recordando que la terapia sexual es una herramienta clave para manejar la ansiedad por el  desempeño sexual, el estrés y las falsas expectativas sobre la masculinidad.

Por eso, la psicóloga propone seis cinco prácticas para fortalecer el vínculo entre salud sexual y salud mental:

  1. Aceptar la vulnerabilidad: reconocer emociones como miedo o inseguridad, en lugar de reprimirlas.
  2. Comunicación abierta: hablar con la pareja, familiares o amigos sobre preocupaciones, límites y necesidades.
  3. Autoaceptación y autoestima: entender que el valor de un hombre va más allá del desempeño sexual.
  4. Romper mitos y falsas creencias: no existe una frecuencia “normal” de relaciones sexuales; lo importante es construir un estilo propio.
  5. Cuidar hábitos de vida: mantener alimentación balanceada, ejercicio regular y descanso adecuado, pues estos factores impactan directamente tanto la mente como el cuerpo.

Además, resalta que buscar ayuda profesional, acudir a un psicólogo, sexólogo o terapeuta experto en salud sexual  es un acto de fortaleza.

El aislamiento, la depresión, los cambios en los hábitos de sueño o apetito, la baja autoestima y la pérdida de deseo sexual son señales claras de que es momento de pedir ayuda. “La salud mental masculina no se trata de aguantar en silencio, sino de hablar, buscar apoyo y aprender a vivir la sexualidad de manera plena, sin tabúes ni presiones externas”, concluye.

Para más información en  bostonmedical.com.co

Compartir