Por Leidy Vargas
Se viene el Festival Cordillera y si ya han ido a conciertos o festivales en Bogotá, saben que esto no es solo ir a ver bandas: es casi una prueba de resistencia. Uno se emociona, canta, salta, baila… pero si no va preparado, termina más acabado que la bateria del celular a las 10 de la noche. Así que les dejo mis tips de supervivencia para que disfruten, pero sin morir en el intento:
El clima: el verdadero headliner
Bogotá no falla: arranca con solazo, después cae un aguacero que parece fin del mundo y termina con frío de madrugada. Así que la clave es ir en capas. Chaqueta impermeable ligera, gorra, gafas, y zapatos que aguanten agua y barro. Nada de ir estrenando tenis blancos porque no regresan iguales a la casa.
Kit de supervivencia versión realista
Cuando digo kit no hablo de exagerar, sino de esas cositas que uno agradece a mitad del día:
- Medias compresoras: suenan raras, pero créanme, ayudan un montón cuando llevas 8 horas de pie.
- Alguna cremita tipo mentol: un poquito en las piernas antes de salir y agradecen después.
- Power bank: porque sí, el celular se muere cuando más lo necesitas.
- Un billetico en efectivo: nunca falta el puesto que no recibe tarjeta.
- Poncho o capa de lluvia: no ocupa nada y salva la tanda.
- Snacks pequeños: granolas, gomitas, lo que sea para aguantar entre comidas.
- Pañitos húmedos o antibacterial: porque los baños de festival… ya sabemos cómo son.
El parche y el “punto de encuentro”
Si vas con amigos, alguien fijo se pierde. Entre tanta gente y la señal que se cae, es imposible no separarse. Definan un punto de encuentro desde el inicio: “si nos perdemos, todos al lado de la torre de sonido” y listo. No hay nada más frustrante que gastarse media hora buscando a alguien entre miles de personas.
Pausas obligatorias
Uno quiere correr de un escenario al otro, pero el cuerpo no siempre aguanta. Busquen momentos para sentarse, hidratarse y descansar. Mejor perderse una canción que quedarse sin fuerzas para la banda que más estaban esperando.
La actitud es la mejor entrada
Al final, los festivales se disfrutan más cuando uno no pelea con lo inevitable. ¿Se vino el aguacero? Pues baile bajo la lluvia. ¿Se embarró? Pues ría y siga. Lo importante es estar ahí, con buena música, buena compañía y la energía de miles de personas cantando lo mismo.
En resumen: festival en Bogotá no es solo plan musical, es casi plan de resistencia. Pero si van preparados y tienen buena actitud, créanme que la van a romper en el Cordillera o cualquier festival.