Ir a un festival no es solo escuchar música: es una declaración de quién eres. Y si hablamos de Festival Cordillera, la cosa va más allá: es encontrarnos con nuestras raíces iberoamericanas mientras saltamos al ritmo de guitarras, tambores, charangos o bailamos una salsa que nos hace sudar incluso con el frío capitalino.
La pregunta es: ¿cómo vestirse para disfrutar de este viaje musical, soportar el clima y al mismo tiempo lucir bien y cómodo? La respuesta está en el equilibrio entre lo práctico, lo auténtico y ese guiño que dice “vine a vivirlo todo”. Pero cómo sabemos que no todos la tenemos tan clara, acá te van algunos consejos para sobrevivir estos días.
- El frío es parte del look, no tu enemigo: Bogotá no perdona, un minuto estás cantando bajo el sol de la tarde y al siguiente corres por tu chaqueta porque el viento decidió hacer su entrada triunfal. La clave está en las capas inteligentes. Piensa en camisetas con estampados llamativos o tops tejidos, acompañados por camisas oversize que puedes abotonar o dejar abiertas. Encima, una chaqueta bomber acolchada, un impermeable ligero o un poncho: sí, ese que siempre has visto en ferias artesanales, pero ahora combinado con unas botas urbanas. De pronto, el frío deja de ser tragedia y se convierte en statement.
- Zapatos que aguantan kilometros: En Festival Cordillera se camina, y mucho. Aquí no hay espacio para zapatos delicados: la clave está en las botas cómodas, tenis resistentes o incluso botines camperos. Si te gusta bailar salsa hasta el amanecer, piensa en un calzado que aguante el trote pero que también tenga personalidad.
- Vuelve lo local en festivalero: Este festival es un homenaje a nuestra raíz iberoamericana, así que tu outfit también puede serlo. Aquí entra en juego el concepto del “criollo glam”, donde vamos a rescatar elementos de nuestra identidad y llevarlos al terreno del festival. Imagina un sombrero vueltiao con lentejuelas. Es un puente entre lo tradicional y lo contemporáneo: un guiño a la tierra, pero elevado con esa actitud festivalera.
- La actitud es la mejor prenda: Porque sí, puedes tener el outfit más planeado del festival, pero si no lo llevas con la energía correcta, se queda corto. Este festival no es el lugar para un disfraz, es celebración. Así que vístete para cantar hasta quedarte sin voz, para bailar con desconocidos y para sentir que, aunque haga frío, hay un fuego colectivo encendido en cada escenario.
A la final vestir para un festival no se trata de seguir reglas, sino de sentir la música también en la piel. Juega con capas, encuentra esos accesorios que te cuentan una historia y no olvides que el verdadero estilo es el que te deja bailar sin preocuparte del frío o del barro. Y si de algo estamos seguros es que nada grita más fuerte que la moda hecha aquí, apuesta por marcas locales, por esas manos que bordan, tejen y cosen la identidad de nuestra tierra, y lleva contigo un pedacito de ella al festival. Porque la música nos une, pero la forma de vestirnos también puede ser un homenaje a lo que somos.