Por Andrés Rodríguez
Durante el Youth Protection Seminar, celebrado en Bogotá, en el marco del PACCTO 2.0, jóvenes de distintos países de América Latina alzaron su voz para hablar sobre los desafíos que enfrentan ante el crimen organizado y la violencia. Más allá de ser víctimas o perpetradores, se reconocen como agentes de cambio y exigen estrategias de prevención y protección efectivas.
En este espacio, Priscila Acuña, abogada de Costa Rica, recordó que el 36% de la población de su país son jóvenes, y resaltó cómo la violencia afecta a las mujeres y al medio ambiente. Cristopher, del grupo CocoECO en Ecuador, afirmó que, «la paz debe ser un bien público», subrayando la necesidad de una protección integral para América Latina y el Caribe.
El evento también evidenció las razones que llevan a los jóvenes a integrarse en grupos armados: deserción escolar, crisis económica y fragmentación familiar. Se destacó el impacto de la «narcocultura» y el simbolismo de la violencia en la música y redes sociales, herramientas que facilitan el reclutamiento indirecto. En Chocó, Colombia, se registran hasta cinco asesinatos de jóvenes al mes, mostrando la urgencia de respuestas concretas.
Un testimonio que marcó a muchos fue el de Liliana Ramírez, quien apoyó la primera mesa de paz en el Chocó, quien expresó con dolor: «Queremos la paz, pero nos dicen que no podemos tenerla.»
Sus palabras reflejan la dura realidad de muchas comunidades donde la violencia se ha convertido en una norma impuesta. Sin embargo, los jóvenes no se resignan. En el evento, hicieron un llamado a la acción, demandando un sistema educativo fortalecido, el involucramiento comunitario y un enfoque de salud pública para abordar esta crisis. Además, señalaron cómo la migración y el cambio climático aumentan la vulnerabilidad de la juventud.
El encuentro concluyó con un mensaje claro: cada país tiene su propia dinámica de paz y conflicto, pero solo con una acción coordinada podremos transformar el presente y garantizar un futuro sin violencia para las próximas generaciones.